19 de enero de 2006
El día cayó en jueves. Se presentó EL CHARRO Y SUS MOONHOWLERS, banda liderada por Octavio Soto, cuya guitarra y cuya voz dejaron esa noche un excelente sabor de oído.
Para colmo de bienes, el Charro supo elegir con mucho acierto a sus músicos: en el teclado y con su remera del Capitán Piluso, José Luis Sánchez; en la armónica y las sonrisas, Federico Luna; en el bajó y la armonía con el cosmos, Rafael Herrera; y en la batería, un joven apellidado García (he olvidado su nombre), quien demostró su talento y su capacidad para mantener en los rieles el tren de sus compañeros.
El Charro comenzó su espectáculo con Texas Flood, y lo cerró con To love somebody y Addicted to love, que si entonces pudieron considerarse como canciones ajenas al lugar (más cercanas acaso al Celtic's), ambas fueron ejecutadas con fuerza y mucha calidad. En medio, un exelente repertorio de buen blues.
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